jueves, 19 de febrero de 2009

LAS PINTURAS Y GRABADOS RUPESTRES PREHISTÓRICOS DEL LITORAL DEL MAR DE CORTÉS ( MÉXICO ) y IV

Hasta el momento, los primeros resultados de las investigaciones señalan al Cerro de la Máscara como un espacio ritual de suma importancia para los grupos indígenas de la región. Su ubicación en un lugar semi aislado, la distribución de los conjuntos y la naturaleza de sus diseños sugieren que se elaboraron probablemente durante o para ceremonias chamanísticas.

El sitio Cerro de la Máscara no tiene un sitio o área habitacional asociado, puesto que durante las excavaciones del conjunto los montículos nos dimos cuenta de la ausencia de artefactos y elementos relacionados con actividades habitacionales como manos, metates y hornillas, principalmente. Por esto creemos que se trata de asentamiento de un grupo social muy reducido, inminentemente relacionado con aspectos ideológico-religiosos, ya que, durante el recorrido sistemático y las excavaciones arqueológicas, no se encontró ningún espacio de trabajo especializado con herramientas y desechos relacionados con una actividad específica.

Frente al Cerro de la Máscara, al otro lado del río Fuerte, se encuentra el sitio de Petrograbados de Ocolome, sin lugar a dudas sitios fuertemente relacionados entre si, pues el estilo de los grabados y técnica de manufactura son del mismo tipo, repitiéndose algunos de los diseños grabados en ambos sitios. Los petrograbados de Ocolome se distribuyen en grandes bloques dispersos a lo largo de la terraza aluvial del río y se encuentran asociados con metates tallados sobre la roca, demostrando actividades asociadas con la molienda. Inmediatamente adyacente al oeste, registramos un sitio habitacional dónde se encontró un entierro humano con brazaletes tallados de Glycymeris sp. descubierto cuando se hacían excavaciones para una letrina (Carpenter y Sanchez 2004). Suponemos que este sitio, es el área habitacional principal asociada con el Cerro de la Máscara.

Algunos conjuntos de petrograbados en el Cerro de la Máscara y Ocolome fueron tallados en bloques localizados en la zona de inundación del río. Los conjuntos denominados el represo/la zorra, el alacrán en el Cerro de la Máscara y todos los Petrograbados en Ocolome permanecieron enterrados bajo sedimentos acarreados por el río por lo menos durante 60 años, hasta que una de las grandes crecidas del río ocurrida en 1991 los desenterró). Seguramente estos petrograbados fueron elaborados en una época de sequía y los que los grabaron supieron que existía una alta probabilidad de que el río los enterrara o inundara y de todas formas los hicieron. Esto parece indicar que algunos de los rituales están relacionados a la veneración del caudaloso río.

Por el momento, y esperando a que terminen los análisis de los materiales en el laboratorio, todo parece indicar que el sitio Cerro de la Máscara fue ocupado por un largo periodo de tiempo, debido a las varias técnicas de grabado y varios grados de paginación de los gráficos. Los resultados preliminares del análisis de la cerámica sitúan la ocupación del sitio entre 200 d. C. y 1400 d.C. Sin lugar a dudas, los petrograbados pueden ser atribuidos a los ancestros de los actuales Yoreme, probablemente a los grupos Tehueco o Sinaloa en particular, quienes ocupaban esta región por lo menos dos mil años antes del momento del contacto español en el siglo dieciséis. Con respecto al sitio habitacional de Ocolome, la cerámica del tipo Guasave Rojo observada en la superficie, indica una ocupación aproximadamente entre 700-1400 d.C. En este sentido, esperamos llevar a cabo excavaciones arqueológicas en el sitio de Ocolome que nos permitan fechar con precisión la ocupación del sitio, conocer su dinámica interna y su relación con el sitio Cerro de la Máscara.

La presencia en el sitio de diversos elementos gráficos como los cuadrados con diseños geométricos al interior, además de algunos materiales foráneos tales como cerámica con decorados incisos provenientes de la cultura río Sonora al norte del sitio y Aztatlán rojo sobre bayo del occidente, además de su distribución por los estados de Sinaloa, Sonora y Nayarit, parecen indicar la existencia de interacción cultural entre los grupos prehispánicos, probablemente asociada con la difusión de la ideología y las relaciones soci-económicas entre si.

Durante la época prehispánica en Sinaloa, los caudalosos ríos jugaron un papel determinante en el desarrollo social de los diversos asentamientos indígenas. Diversas investigaciones han señalado que los asentamientos humanos durante el periodo cerámico estaban asociados a los fértiles valles de los ríos, los cuales fungieron como ruta de comunicación y comercio entre el mar, la planicie y la sierra, además de conformar fronteras culturales (Carpenter 2006; Carpenter y Sánchez 2006 Ekholm 1942; Grave 2003; Kelly 1938,1942; Sauer 1932). Estamos seguros que en el valle del Río Fuerte los sitios de petrograbados jugaron un papel muy importante dentro del patrón de asentamiento ya que sirvieron como instrumento de identidad social y ritual y como marcadores culturales.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS CITADAS

Carpenter, John

1996 El Ombligo en la Labor: Differentiation, Interaction and Integration in Prehispanic Sinaloa. Tesis doctoral inedito, Departamento de Antropología, Universidad de Arizona, Tucson.

Carpenter, John y Guadalupe Sánchez

2004 Proyecto Noreste de Sinaloa (municipio de Choix y El Fuerte): Informe técnico de la primera temporada, análisis de los materiales arqueológicos y propuesta para la temporada 2005. Archivo técnico de la sección de arqueología, oficina de enlace norte CINAH-Sinaloa.

Carpenter, John, Guadalupe Sánchez y Julio Vicente López

2006 Proyecto de investigación arqueológica para el plan de manejo del sitio Cerro de la Máscara, El Fuerte, Sinaloa. Archivo técnico Consejo de arqueología INAH.

Ekholm, Gordon

1942 Excavations at Guasave, Sinaloa, Mexico. Anthropological Papers of the American Museum of Natural History, vol. XXXVIII, Part II, New York.

Howarth, O. H.

1894 On the Rock Inscriptions of Sinaloa (West Coast of Mexico); Journal of the Royal Anthropologycal Institute of Great Britain And Ireland; V23 Pp 225

Kelly, Isabel

1938 Excavations at Chametla, Sinaloa. Ibero americana 14, University of California Press, Berkeley.

1945 Excavations at Culiacán, Sinaloa. Ibero americana 25, University of California Press, Berkeley

Mendiola, Francisco

1994 Petroglifos y Pinturas Rupestres en el Norte de Sinaloa. Tesis de la licenciatura en arqueología, ENAH, México, D.F.

Lizarraga Arámburu, Pablo

1980 Nombres y Piedras de Cinaloa. Gobierno del Estado de Sinaloa. T II.

Ortiz de Zarate, Gonzalo.

1976 Petroglifos de Sinaloa., Fomento Cultural Banamex. México.

Sauer, Carl y Donald Brand

1932 Aztatlan. Prehistoric mexican frontier on the Pacific coast. Ibero americana 1 University of California Press, Berkeley.

Nota.- En las fotografías que ilustran este último comentario sobre este asunto, diferentes grabados geométricos y antropomórfico del yacimiento arqueológico.



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